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ATALBEITAR, PUEBLO, ALPUJARRA
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URBANISMO ISLAMICO PRIMITIVO

Los fenicios también llegaron a la zona, al igual que los romanos y los visigodos.

 

Se encuentra en Las Alpujarras uno de los pocos, si no el único, ejemplo de urbanismo islámico primitivo en la península Ibérica (Titus Burckardt, La civilización Hispano árabe) siendo La Taha de Pitres una de las zonas mejor conservadas. La distribución de las casas, sin ejes definidos, con un crecimiento orgánico de los núcleos urbanos, los tinaos, las calles que discurren a través de las casas, los adarves (calles sin salida para acceder a algunas casas), los techos planos de Launa, son algunas características que definen la singularidad de este tipo de urbanismo propio de la zona.

 

Es posible que esta forma de construir sea incluso anterior a la época morisca, dado que las casas se fabricaban con los materiales que los pobladores podían encontrar en la zona (autóctonos). Este primitivismo a dotado a los pueblos de un ambiente que nos trasporta en la historia hasta un pasado remoto, que impregna las construcciones. Atalbeitar y en general todos los pueblos de la Taha de Pitres, han conservado casi milagrosamente muchos de estos rincones que son "auténticos poemas de piedra y barro y trozos de árboles".

CONSTRUYENDO UNA HISTORIA

Este tipo de construcción tuvo su auge en la época morisca, pero se mantuvo con algunas modificaciones después de la repoblación de Las Alpujarras posterior a la expulsión de los moriscos. Aunque se conservó la estructura urbanística de los núcleos urbanos, el diseño de las casas se transformó con la introducción de fachadas de corte más clásico, ampliándose los huecos de la fachada, incorporando aleros de pizarra de los Berchules (La cantera esta actualmente cerrada) que permitían vuelos más pronunciados que a veces se apoyaban sobre canecillos de madera para cubrir balcones y otros elementos en la fachada, además de algunos balcones de hierro forjado que se sumaron a los tradicionales de madera y de la fabricación de molduras y otros elementos ornamentales clásicos en las fachadas.

LA MEZQUITA

Los restos de un asentamiento neolítico se yerguen orgullosamente entre Atalbeitar y Busquistar. Según un estudio de Patrice Cresier sobre la arqueología en la Alpujarra, en La Mezquita pueden verse los restos de un asentamiento neolítico, que aprovecho las especiales características del terreno para instalarse, un promontorio elevado en tres de sus lados al que solo podía accederse por una parte de la loma, lo que facilitaba su defensa y le da un aspecto de fortaleza natural. Esta zona de Atalbeitar fue la primera que se habitó de toda la Taha. En la zona llamada del Castillejo se pueden ver los restos de la cimentación de una construcción de tapial de la época morisca.  

ATALBEITAR, PUEBLO, ALPUJARRA
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LOGISTICA

El aislamiento secular de la zona, (la carretera no llego a Pitres hasta mediados del siglo XX y a Atalbeitar hasta finales de los setenta), ha permitido que lleguen a la actualidad casas que son auténticas reliquias de estos modelos ancestrales de construcción. Estas dificultades en las comunicaciones, como en el caso de Atalbeitar, hacía que el transporte de los materiales más pesados fuera muy complejo y costoso, por lo que se procuraba mantener la estructura de piedra de las casas, que se fueron remodelando, con modificaciones y ampliaciones, manteniéndose así vivas en sus manifestaciones más primitivas hasta llegar a nuestros días.

 

Mantener estos lugares en su pureza original es cada vez más imposible, por la ausencia de un criterio claro de que es lo que se debe proteger. Tambien los progresos en las comunicaciones han permitido la llegada de los nuevos materiales de construcción y de la maquinaria moderna que consiguen desvirtuar rápidamente estos espacios, destruyendo la magia y sustituyéndola por construcciones de escaso interés.


El ver estos pueblos como conjuntos históricos, en que todos los elementos que los conforman son parte de un conjunto, es fundamental de cara a cualquier tipo de obra que se realice, al menos en el exterior. La armonía de los pueblos se basa en la tradición constructiva milenaria, trasmitida por los maestros de obra hasta fechas recientes. Los nuevos modos de construcción son tremendamente agresivos con estas estructuras históricas si no cuentan con una dirección adecuada. La utilización de expertos en este tipo de construcción es fundamental en cualquier restauración significativa.
En la Taha de Pitres hay todavía maestros de obra que conocen los secretos de este tipo de construcción, lo que permite actuaciones que podrían ser menos agresivas estéticamente en el exterior, sin menoscabar la libertad de poder hacer lo que se quiera en los interiores, aunque sería deseable que no fueran horribles además de prácticos. 

MATERIALES
 

LA PIEDRA

El tipo de piedra de estructura laminar (esquistos) se podía partir en lajas (losas) lo que permitía que, aparte de utilizarse para los muros, se usara también para las techumbres (piedras que servían de puente entre las alfarjías para cubrir los techos) y para los aleros. Las dificultades para el  transporte de los materiales hasta los pueblos, las piedras se acarreaban en mulos con unos aparejos especiales (pedreras), por caminos de montaña de un ancho aproximado al que ocupaba un mulo con su carga, hacía que muchas veces se eligiera el emplazamiento de los pueblos, aparte de por su orientación, en zonas con profusión de rocas, que a menudo se utilizaban como parte de la estructura de las casas y como canteras para la obtención de la piedra de construcción. Atalbeitar es un buen ejemplo de esto, donde abundan las casas con las rocas incrustadas en los muros y que se pueden ver tanto en el interior formando paredes, como en el exterior formando parte de los cimientos.
 

LA MADERA

Las vigas se obtenían generalmente de los castaños de la zona. Para la fabricación de las alfarjías, que servían de puente para cubrir los huecos entre las vigas, los troncos de castaño se cortaban en trozos de unos 80 cm, que por su estructura de fibras alargadas podían dividirse longitudinalmente. En su versión más primitiva se utilizaban los troncos que se encontraban más cerca y las vigas eran más retorcidas, utilizando para las alfarjías ramas cortadas de los árboles, incluso las cortezas. Las vigas podían ser también de fresno incluso de moral o encina, dependiendo de los árboles que se encontraran más a mano.

      

La carpintería de puertas y ventanas, así como las barandas y antepechos se realizaban con las maderas nobles que se encontraban en la zona, castaño, nogal cerezo, etc. Con diseños elegantes y variados que se han ido arruinando con el tiempo y han sido sustituidos por otros con un diseño bastante inferior.

Conservar este tipo de elementos en los techos de los tinaos y en las terrazas y azoteíllas que dan a la calle favorecen la conservación del ambiente general de los pueblos, por lo que deben restaurarse siguiendo los modos tradicionales de construcción. 

EL YESO Y LA CAL

El yeso y la cal, en el caso de la taha de Pitres se fabricaban en hornos en la zona de Panjuila, en el cerro Corona, que forma parte del municipio, donde cambia el tipo de piedra y los esquistos son sustituidos por piedra caliza, de la que se obtiene la cal y la piedra Aljez de la que se saca el yeso, que por su pureza y resistencia se utilizaba para la fabricación de suelos y para las jambas y umbrales de los huecos, aparte de para los enlucidos en el interior.

LA LAUNA
Otra de las características particulares de la arquitectura popular de la Alpujarra son las cubiertas de tierra (terraos) de launa, un tipo de arcilla gris que se forma por la descomposición de los esquistos (piedra del terreno de estructura laminar). La launa, del latín lamina, esta formada por placas microscópicas que se superponen y al comprimirse forman un revestimiento impermeable que se utiliza para cubrir los techos e impedir que el agua penetre en las casas. Últimamente se ha introducido un plástico, que se coloca entre dos capas de launa cribada y que se termina con una gruesa capa de launa sin cribar para formar la pendiente . 

ATALBEITAR, PUEBLO, ALPUJARRA
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